A merced de un Dios Salvaje - Paseos por la Sonsierra.
Siguiendo por el camino, a poco más de un kilómetro, se encuentra la aldea de Peciña, en la que podrás coger agua y descansar.
<<Un día me dijo que tenía que acepar las circunstancias y ser fuerte como nuestras uvas, que si son las mejores es porque nacen en un suelo pedregosos que les obliga a estar al máximo sus raíces para chupar una gota del mineral.
(A merced de un dios salvaje. Andrés Pascual).>>